domingo, 27 de noviembre de 2011

LA CORRUPCIÓN UNA ENFERMEDAD DEL ALMA


“El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente” estas fueron palabras de John Emerich Edward Dalberg Acton historiador inglés quien lanzo esta frase tras estudiar durante toda su vida la historia no solo de su país natal, sino de todo el mundo antiguo, desde Ramsés IX más de mil años antes de cristo, que en un papiro oficial revela el acontecimiento documentado más antiguo de corrupción y su perpetrador Pewero, un funcionario de alto rango quien se asoció con los profanadores de tumbas para aumentar sus riquezas personales; pasando por la civilización sumeria quienes atribuían la corrupción a una enfermedad del alma, definiéndola en un himno religioso como "los que siguen el camino del pecado y cometen arbitrariedades; los que violan las normas establecidas; los que violan los contratos; los que consideran favorablemente los lugares de perdición; los que sustituyen con un peso ligero uno más pesado; los que sustituyen con una medida pequeña una mayor…”.  Los griegos no fueron inmunes a este fenómeno que muchos han catalogado como la naturaleza del hombre, además de una de las civilizaciones más corruptas de todas, la romana, quien gracias a su imperialismo absoluto es famosa por sus actos corruptos desde el más bajo funcionario hasta la mayor parte de sus emperadores y cónsules más ilustres. Luego en la edad media, donde se sabe que nació la política moderna, pensadores como el padre de la Política Nicolás Maquiavelo consideraban la corrupción como inevitable, agrega que se produce cuando el poder de los ricos se une al poder de los gobernantes. Esta alianza, aseguraba, destruye a la república y convierte a la libertad republicana en "una máscara de dominación." De las formaciones de los nuevos Estados, Inglaterra no se salva de este fenómeno, una de las modalidades más comunes de corrupción, el soborno, era utilizado en el parlamento inglés para obtener la mayoría de votos en un tema de interés público. La época de la colonia tanto en América, como en África y Asia, no fue de mucha ayuda para diseminar la corrupción en el mundo, impartiendo en las mentes “inocentes” de los conquistados esta conducta que rápidamente aprendieron los conquistados y que actualmente podemos evidenciar muy claramente, ya que los Estados más corruptos hoy en día, con exactamente países colonizados por Europa.
En Latinoamérica por ejemplo la mayoría de los Estados están permeados por la corrupción estructural de sus funcionarios, desde que se declaró la independencia hasta el momento, ha habido miles de casos de corrupción en estos Estados, desde lo más insignificante como el soborno de registradores para cambiar un nombre, hasta el robo de mil millones de libras esterlinas a manos del dictador chileno Augusto Pinochet, Latinoamérica presenta cifras no tan favorables contra la lucha de la corrupción, según  Índice de Percepción de la Corrupción 2010 (CPI), el cual “es un instrumento de medición que publica cada año Transparency International, permite a través del agregado de los resultados de diversas encuestas de organizaciones como el Banco Mundial, la Universidad de Columbia o el Foro Económico Mundial, puntuar a 180 países. Esta puntuación refleja las percepciones de empresarios, analistas de riesgo, especialistas financieros y otros, de la situación de la corrupción en cada país incluido en el índice”[1] el rango en que se encuentra américa latina es de entre 2,0 – 6,9, con excepción de Chile quien en el año 2010 obtuvo 7,2 puntos sobre 10 posibles, y ascender cuatro posiciones con respecto a la edición del año pasado, situándose en el puesto 21 de los 178 países estudiados[2] .
Sin embargo de casi ser un continente corrupto, se puede no incluir a África, quien verdaderamente según el CPI, es el continente más corrupto del mundo, con el rango de percepción de la corrupción entre el 1,0 y el 3,9 de los 10 puntos, con algunas excepciones África presenta los más altos niveles de corrupción, siendo Somalia, casi sin ser sorpresa para nadie, el Estado más corrupto del mundo, con solo el 1,1 puntos[3]. Las razones para que este continente sufra de tan grave fenómeno para su población civil, es debido al bajo control estatal que tienen los Estados, es decir, cuando la fuente de seguridad, estabilidad y bienestar, no los provee mínimamente, cada quien busca su bienestar individual para poder sobrevivir, y como la mayoría de Estados africanos tienen guerrillas quienes luchan contra el poder establecido, no existen condiciones óptimas para que el Estado cumpla con sus deberes, lo que no lo exhorta de sus responsabilidades. La necesidad, el hambre, la falta de seguridad y los precarios sueldos públicos, son factores favorables para que la corrupción en el continente negro, continúe y cada vez se arraigue más en la cultura africana.
En un Estado latinoamericano como Colombia, que ha sufrido una guerra desde hace más de 60 años, y que sumado a eso el narcotráfico ha surgido como una fuente de financiamiento delictivo desde hace más de 30, la corrupción política se ha vuelto cada vez más común a pesar de las luchas incansables de los gobiernos. En los años 80’s el narcotraficante mundialmente conocido, Pablo Escobar, llego a pertenecer al congreso Colombiano, esta es la muestra más clara de hasta donde se ha permeado la corrupción en el país, sin dejar a un lado los escándalos por la parapolítica, el carrusel de las contrataciones en Bogotá, las chuzadas del DAS, el  proceso 8000, en el cual el propio presidente de la Republica fue investigado por la financiación de su campaña presidencia con dineros del narcotráfico. Según el CPI Colombia ocupa el lugar 78 de los 180 países encuestados con 3,5 puntos, no es el peor país latinoamericano, pero en los últimos 8 años no ha presentado mejoras significativas contra la lucha de la corrupción.
Si bien la corrupción no es un fenómeno presentado solo en países en desarrollo, en Estados como Estados Unidos,  según el  “Barómetro Global de la Corrupción de Transparency  International (el Barómetro) es la encuesta multipaís con mayor cobertura sobre las experiencias y opiniones  de corrupción del público  en general y sobre sus perspectivas sobre dichas experiencias”[4] el aumento de la corrupción estos últimos tres años ha sido del 67%, lo cual indica que hay altos niveles de corrupción en el país, según cifras del CPI Estados Unidos paso de 7,7 puntos en 2003 a 7,1 puntos en 2010[5], lo que evidencia la tendencia de aumento de corrupción.
Aunque no hay un solo Estado en el mundo en el que no se presente un solo acto de corrupción, si hay ejemplos a seguir, Dinamarca lidera el primer lugar de los países con menos corrupción, junto a Nueva Zelanda y Singapur. Para los países nórdicos la corrupción es inadmisible como comportamiento social, está deslegitimada por la cultura de esas sociedades. El primer ministro de Noruega instituyó una Comisión Nacional de Valores Humanos, no por la corrupción sino para que en todos los colegios y municipios del país se discutan todo el año los nuevos desafíos éticos de esa sociedad.  Noruega ha generado un código de ética respecto a las políticas públicas y las relaciones comerciales y financieras con el mundo del desarrollo para garantizar niveles de coherencia ética. Así, el Fondo de Inversión Petrolera de Noruega, uno de los mayores del mundo con 300.000 millones de dólares, asombró publicando una lista de 13 empresas multinacionales de las que decidió retirar sus inversiones por sus conductas reñidas con el código de ética del Fondo, desde la venta de armas hasta el maltrato a los empleados[6].
Tanto en el mundo como en Colombia, la corrupción ha frenado el desarrollo desde todos los puntos de vista, el bienestar de unos pocos ha costado la miseria de muchos, uno de los correctivos a tomar es generar la cultura de la NO corrupción, quien será más efectiva con un ejercicio permanente a través de la educación de los medios, de los modelos de referencia y de instituciones concretas, que incentiven a la población a no ser partícipes de estos actos y al mismo tiempo los eduquen para que en un futuro hallar la cura para la corrupción  y así deje de ser una enfermedad del alma.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como dice el artículo, la corrupción es un acto ilegal que ocurre cuando una persona abusa de su poder para obtener algún beneficio para sí mismo, para sus familiares o para sus amigos. Requiere de la participación de dos actores: uno que por su posición de poder pueda ofrecer algo valioso y otro que esté dispuesto a pagar una "mordida" o soborno para obtenerlo.
Partiendo de este punto la corrupción empezó desde el paraíso donde la serpiente tenía "algo" que les podía interesar a otros y ese algo era el conocimiento que le daba poder, y los otros en su afán por saber, por tener, cayeron en la trampa.
Entonces vemos que la codicia juega un papel muy importante porque el juego es yo te doy tu me das, tu ganas, yo obtengo; pero los sacrificados son los "otros" que en ese momento no saben que está pasando o todavía no se les ha presentado alguien que los invite a participar del juego, peligroso, pero juego al fin y al cabo y de donde todos creen poder salir pero ninguno, una vez empezado, logra salir, porque la corrupción te atrapa en sus redes que se vuelven cada vez más intrincadas y difíciles de dejar llegando a consecuencias funestas para la pobre y doliente humanidad que tiene que sufrir los malos materiales, los elementos defectuosos, los servicios mediocres, la mala calidad en todo etc. etc. la lista es interminable.
Que dolor tan grande ver como la corrupción se convierte en el peor mal que puede sufrir una nación, un país, una comunidad, una sociedad, una familia o viceversa porque el mal comienza en un núcleo pequeño y sube hasta contaminar el último círculo o se origina en un círculo grande y termina anidándose en el individuo.
Ojalá la política de la NO corrupción se imponga y no cause el efecto contrario de querer probar lo prohibido.

Anónimo dijo...

codicia, ambición, afan de poder, orgullo, lujuria, ira, en fin los llamados pecados capitales son todos muestras de la podedumbre del alma y por ende de la corrupción de la misma, pero también existe el otro lado, la otra cara, lástima que a veces esté tan escondida.

Anónimo dijo...

codicia, ambición, afan de poder, orgullo, lujuria, ira, en fin los llamados pecados capitales son todos muestras de la podedumbre del alma y por ende de la corrupción de la misma, pero también existe el otro lado, la otra cara, lástima que a veces esté tan escondida.